martes, 4 de agosto de 2009

El control de la tension arterial

Hipertensión Arterial, todos conocemos a gente a nuestro entrono que padece esta dolencia, si bien muchos no son conscientes que la tienen y otros consideran que sus cifras, siendo altas, no presentan mayor problema.


Como siempre, la información rigurosa nos ayudará a darle a las cosas la importancia que tienen, en el caso que nos ocupa, echémosles un vistazo a algunos de los datos más relevantes. Afecta a un 35% de la población adulta, proporción que aumenta hasta superar el 68% en la población mayor de 60 años.

Como siempre lo más importante es prevenir, detectar y tratar, tanto el aumento de la tensión arterial, como las distintas patologías que, con mayor frecuencia, provoca, enfermedades cardiovasculares, renales y cerebrales.

Aunque sabemos que son múltiples factores los que aumentan el riesgo cardiovascular, hay dos que tienen especial importancia tanto por su frecuencia, como por la dificultad de conseguir un buen control, como son la hipertensión y la diabetes.

En muchas ocasiones estos pacientes peregrinan, de un médico a otro, tratando cada uno de los problemas que se le presentan, sin que haya sobre el un buen control, con su diabetes se dirige al endocrino, sus lípidos elevados se los mira el internista, o su nefrólogo la tensión arterial, si padece una enfermedad coronaria lo maneja al cardiólogo o ante la presencia de ictus al neurólogo.

¿Pero quién los controla de manera global? Sin duda esta función debe realizarla el médico de atención primaria que conjuntamente con el especialista debe proporcionar a este enfermo una atención integral, independientemente de las distintas actuaciones que específicamente tenga que desarrollar cada especialista.

Pero no podemos terminar esta explicación sin dejar clara la principal medida que se debe adoptar, en el control de la tensión arterial, tanto si esta ya esta elevada, como sino. Empecemos diciendo que por alguna extraña razón, esta, le cuesta entenderla, incluso al propio paciente o más grave aun, a algunos profesionales sanitarios que no le dan la importancia que debe tener, nos referimos a la reducción de la ingesta de sal, que incluso debemos llegar a suprimir como condimento, ya que “per se” los alimentos contienen las cantidades que, diariamente, nuestro organismo necesita.

Nunca debemos superar, según recomendación de la OMS, la ingesta de 5 ó 6 gramos diarios, mientras los distintos estudios demuestran que en Argentina la media de consumo por persona está en unos 12 gramos. Este exceso de sal, retiene en nuestro organismo líquidos que conducen al aumento de la tensión arterial.

La medida resultaría tan efectiva que, se calcula que, solamente reduciendo la ingesta de sal a la mitad se evitarían unos 2 millones y medio de muertes por enfermedad cardiovascular.

Por ello, empieces desde hoy a reducir paulatinamente la sal que añade a sus platos, sin lugar a duda su organismo se lo agradecerá y posiblemente termine comprobando que los alimentos le saben más y mejor.

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